martes, 22 de marzo de 2011

12 de marzo

Le dimos un adiós a las tantas primaveras.

Y aunque el tiempo no fue tan justo,
los bailes fueron de fe, las calles de sol, las lunas de miel.

Lejos, esos años, cuando tus manos respiraban harina fresca,
cuando tus ojos brillaban de amor,
esos son los días que hacen eco en la existencia de todos los que te seguiremos viendo plena.

Pero el mundo te extrañó, y hoy que te vuelve a ver solo para despedirte
se llena de alegría y de lágrimas celosas.

Ahora, que le hablamos a tus fotos, recordándote en todas las páginas,
nada nos puede separar.