Aunque las bocas no se muevan,
es la sola respiración
la que significa y aplaude el instante
la que regala el aire acalorado
subiendo lento y presente
por el ambiente en silencio
Es la sola persistencia de los cuerpos
quietos como encaprichados
enredados en la mera presencia
la que define la sentencia,
la ceguera de los ojos confiados
y los muchos minutos en algunos pocos metros
de descanso.