jueves, 13 de noviembre de 2008

60 segundos


Un minuto para mi,
y ver las hojas en el piso. A veces envidiar, sin morir de celos, una brisa de alivio, un instante perfecto, el sudor eterno, el nervio del si quiero.
Un minuto para mi,
fatal como el desierto, para desterrar un cuento que ya se hizo agua, que se pierde en el olvido, que se entierra atrás del sol.
Un minuto para mi
de los miles que me quedan
cuando ya no es mas minuto,
los segundos que me restan


me anestesian.


y los relojes siguen corriendo.

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