Ella luce como si el mundo la hubiera arrastrado rapidito, camina derecho por las dudas y siempre se mira al espejo. En puntas de pie divulga sus penas, que no importan siempre y cuando haya quorum. Sus idas, sus vueltas, son la esencia del fanatismo de sus seguidores. Siempre fue la luz, aunque pocos lo supimos.
Un, dos, tres y algunos huesos sueltos, la mirada color de paño y un phillip para la resaca.
Te mira, te arrastra, te lleva y encuentra de nuevo los zapatitos rotos abajo de la cama.
Un, dos, tres y algunos huesos sueltos, la mirada color de paño y un phillip para la resaca.
Te mira, te arrastra, te lleva y encuentra de nuevo los zapatitos rotos abajo de la cama.
"Es un dia normal", me decía sin querer.