Era el siglo XXI, y él que resucitó de los muertos, que probó sal y pimienta, no la pudo manejar. Ella que era bien de barrio, se mojó con sangre los labios para no verlo más.
Que nadie diga la real verdad y el que esté libre de culpa, que tire el primer cospel a la fuente, asi por lo menos se ve más linda la ciudad. Después de tanto desconsuelo, tanto gris y caras secas, un tanguito… a quién le va hacer mal?
Como todos los vientos modernos, ese airecito de San Telmo se ahogó en algun vermú y ella que sola y a pata, caminaba por la calle, llegó pronto a la playa, donde sobre arenas blancas, en una botellita de quién sabe cual bebida, guardó su nombre y su beso y lo dejó con el tiempo... naufragar.
3 comentarios:
Me encantó la entrada amiga! Muy buena. Creo que podría aplicarla tranquilamente a este momento de mi vida. ¿No?
Te quiero mucho amiga!
Pd.: ¡Guarda con esos que resucitan de los muertos, son peligrosos! :) jaja.
Llegue a este blog a traves d vuelan palos, y no puedo dejar de decir q me encanto este texto!!!
Llegue a este blog a traves d vuelan palos, y no puedo dejar de decir q me encanto este texto!!!
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