viernes, 13 de abril de 2012

Sin imagen

Se escapa de algun hombre en celo la cuenta regresiva de un veneno podrido y asi dice la historia:

Te quise, te quiero, te querré. Con 3 tiempos, fue suficiente.
La sabia placenta que engendró un par de bocetos, fue la misma que asesinó un tercero.
No
nos
multiplicamos.

Lo que nace
muere.

(Pero)
Lo que nunca nació,
no ha de morir.

Y es invencible como el recuerdo, como el silencio del vientre que empuja
que nunca ha nacido en nuestros corazones mas sí de nuestros pechos.

No
nos
queda
nada
más
que esto.

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