lunes, 6 de abril de 2009

Él me miraba...
En sus ojos se reflejaban mis angustias,
y su boca se abría mostrando lo que nunca fue sincero.
y pasaban las horas...


¿Por qué?
¿Por qué?

1 comentario:

Mobtomas dijo...

Pues terminó siendo sólo un espejo para tus cuestionamientos. El punto final, es el del signo de interrogación. La respuesta está en el viento, sin embargo parece no soplar ni para mover una hoja.